Estrés y ansiedad en la sociedad postmoderna.
Estrés y ansiedad: adaptación a una sociedad cambiante.
La adaptación al ritmo acelerado y al imperativo «date prisa» de la sociedad postmoderna está cambiando nuestra manera de ser, estar y actuar, generando en nuestras vidas niveles elevados de estrés y ansiedad. La adaptación constante a los cambios nos está afectando a nivel cognitivo, emocional y conductual.
La sociedad actual ha experimentado una serie de cambios que le otorgan la condición de cambiante y fugaz, marcada por el individualismo, el consumismo y la precariedad de las relaciones personales.
Los que ahora tienen entre 10 y 30 años viven en condiciones muy diferentes a las de sus padres y abuelos, han nacido en un mundo con posibilidades aparentemente infinitas y todo tipo de oportunidades, en una sociedad acelerada y saturada de información que solo valora la cantidad y no la calidad, con multitud de ofertas de ocio y placeres a cual más tentadores, con infinitas posibilidades de conocer gente en el momento que se desee.
Las rutinas de las personas se han visto alteradas por esa adaptación a la sociedad y por tanto, la exigencia de adaptarse a los cambios es casi permanente.
¿Cómo nos está afectando el estrés en nuestras vidas?
Esta adaptación constante a los cambios ha producido un mayor incremento de problemas relacionados con el estrés y ansiedad y problemas de atención y concentración en niños y adolescentes.
Esta sociedad donde prima la fugacidad y el cambio, lleva asociada el imperativo «date prisa», si fallamos en cumplir con él sentimos que nunca terminaremos ni nunca haremos nada, pero si intentamos cumplir entonces no tenemos tiempo para nosotros mismos o para alcanzar una cierta calidad en las tareas. El tener que estar constantemente anticipando las tareas que tenemos que realizar, el hacer varias cosas a la vez, el estar rodeados de estímulos cambiantes y el tenernos que adaptar constantemente a ellos, muchas veces sin apenas tener tiempo de procesar todos los estímulos que nos llegan del exterior, está cambiando nuestra manera de procesar la información.
Diferentes investigaciones han mostrado que cuando estamos relajados acostumbramos a ser bastantes optimistas, con la tendencia a ignorar las malas noticias y en centrarnos y aceptar las cosas buenas de la vida. Sin embargo, ante situaciones de estrés y ansiedad, surgen patrones distintos en los que se focaliza la atención de manera selectiva hacia las posibles fuentes de amenaza, a este fenómeno se le denomina «sesgo de interpretación».
En situación de estrés se producen altos niveles de noradrenalina y cortisol en el cerebro, estos neurotransmisores cuando se segregan en altas cantidades interfieren en los procesos de aprendizaje, haciendo que se produzcan más errores en la ejecución de las tareas y un menor aprendizaje, ya que interfere en los procesos relacionados con la memoria de trabajo.
La posible hipótesis que explicaría este patrón de respuesta esta relacionado con las pautas de conducta que le permitieron sobrevivir a nuestros antepasados, ya que en ecosistemas llenos de depredadores, la capacidad de aprendizaje sobre las amenazas potenciales representaba una ventaja evolutiva.
No obstante, en entornos seguros este patrón de respuesta puede implicar daños a nivel biológico. Recientes investigaciones (Castillo y González-Leandro, 2010; Garrett, Neil and González-Garzón, 2018) han hallado que los pacientes con depresión y ansiedad tendrían dificultades a la hora de cambiar sus estados de alarma, con la tendencia a absorber todos los mensajes negativos que se producen a su alrededor.
Actualmente parece que vivimos constantemente como si estuviésemos amenazados por exigencias tales como responder a correos electrónicos, hacer mil cosas a la vez, estar pendientes de las noticias y las redes sociales…
¿Cómo afecta en las relaciones personales el estrés y ansiedad?
La intermitencia, fugacidad y ambivalencia son rasgos característicos de las relaciones humanas postmodernas. Este ritmo acelerado y el cambio constante ha generado que las relaciones personales sean precarias. En el ámbito de las relaciones de pareja han generado en las personas sensación de soledad y de confusión, vivimos en una sociedad acelerada en la que tenemos que vivir a toda velocidad como la tecnología, y eso nos impulsa a la satisfacción inmediata, casi instantánea.
Han cambiado también los roles de la pareja y de la familia, asociados con valores y normas de funcionamiento influenciados por las presiones sociales, donde el relativismo en los valores a veces genera en las personas una angustia vital al faltarles puntos de referencia estables y seguros.
Se ha dado también un cambio en la conceptualización del trabajo que ha generado una mayor competitividad y una mayor exigencia de las empresas sobre el trabajador, los entornos cambiantes en el trabajo generan una situación de inestabilidad en el trabajador, siendo una de ellas el estrés laboral.
Vivimos constantemente adaptándonos a cambios en condiciones estresantes, lo que aumenta la probabilidad de que nos centremos en información negativa o alarmante que guían nuestro sistema de procesamiento de la información, lo que puede desencadenar cambios nocivos en el organismo. Tendríamos que intentar focalizarnos en la información más efectiva, evitando el «catastrofismo», tomando consciencia de que somos capaces de soportar la incertidumbre y por otra parte tendríamos que procurar fortalecer emociones positivas como la esperanza, el optimismo o la empatía, las cuales son muy válidas a la hora de resolver problemas, ocupándose de resolver problemas cuando llegue el momento, sin anticiparse a ellos.
Es importante tomar consciencia de cuánto nos afectan esos cambios que han modificado nuestra manera de ser y actuar y nos ha hecho cambiar algunas rutinas mentales, emocionales y conductuales, es importante tomar el control sobre el tiempo dando prioridad a actividades que se basen en el desarrollo de las personas, y tomándose el tiempo necesario para disfrutar de ellas.
En cuanto a las relaciones de pareja es importante vivir las relaciones tomando consciencia de que el deseo necesita tiempo para descubrir y la relación necesita paciencia para crecer.
Dra. en Psicología Clínica y psicoterapeuta
JM Psicología, psicóloga en Barcelona
Palabras clave: estrés y sociedad, estrés y ansiedad, estrés, pareja.
Palabras clave: estrés y ansiedad, ansiedad, pareja.
