Sobreprotección infantil
Sobreprotección infantil: los niños que reciben demasiado.
La sobreprotección infantil y el exceso de afecto no son un regalo o un privilegio, sino más bien una prisión que provoca a corto y a largo plazo una carencia afectiva. El exceso de estímulos en la vida del niño provoca una monotonía a nivel sensorial que no hace más que inhibir el deseo y el placer de explorar. Los niños necesitan aburrirse para poder estimular su creatividad.
Una de las consecuencias de la sobreprotección es la falta de seguridad y la vulnerabilidad del niño que lo hace más proclive a presentar más miedos, más conflictos emocionales y problemas de ansiedad.
Los niños sobreprotegidos llegan a ser adolescentes pasivos e inseguros, con una evidente falta de autonomía para poder gestionar problemas, hecho que les convierte en personas inmaduras hasta edades avanzadas. Otros niños o adolescentes se comportan agresivamente ante sus padres, pidiendo a gritos que se les de la autonomía de la que se les había privado durante la infancia.
Hoy en día también encontramos adultos excesivamente apegados a los padres, hombres que buscan la figura materna en la pareja, faltos de autonomía, adultos a los que les cuesta asumir responsabilidades, siempre esperando que los demás les resuelvan sus problemas sin responsabilizarse de ellos.
La capacidad de autonomía a la hora de resolver conflictos, la responsabilidad y la tolerancia a la frustración son rasgos que definen al adulto maduro y se aprenden durante la infancia, si unos padres no promueven estos aprendizajes en sus hijos o los dificultan, llevados por el miedo o por las propias inseguridades personales, es probable que en el futuro estos adultos presenten carencias.
La inseguridad y el sentimiento de falta de capacidad en la edad adulta se gesta en los primeros años de la vida, el niño necesita conectar con el placer de la exploración y necesita comprobar que vive en un entorno seguro, tiene que aprender a que puede confiar en el mismo a la hora de solucionar problemas.
Es importante que las familias tomen consciencia de que cuanto más sobreprotejan a sus hijos, más probabilidades tendrán de convertirlos en adultos pasivos y aislados del mundo.
Autor: Judit March
Dra. en Psicología y psicoterapeuta.