Estrés infantil: demasiado pronto y demasiadas cosas.
Uno de los aspectos más extraordinarios del estrés infantil, observado desde mi experiencia como psicoterapeuta clínica, es la temprana edad a la que los niños y niñas están sometidos a grandes tensiones y lo pronto que estos empiezan a presentar signos de estrés patológico.
Da la impresión de que los signos de depresión y de ansiedad se manifiestan en los niños de manera muy temprana. ¿Cuál es la causa de esta «regresión» del estrés en las edades más tempranas? No es posible explicar razonablemente este fenómeno si no es señalando el hecho de que los niños más pequeños están expuestos a presiones cada vez mayores.
Los niños deben hacer también frente a la presión creciente de demasiados estímulos, demasiado retos, demasiados cambios, demasiadas oportunidades …
Los medios de comunicación ofrecen, las veinticuatro horas del día, un gran abanico de ofertas excitantes y estimulantes, algunas «saludables» y dedicadas a los niños, algunas molestas y poco apropiadas para ellos. Los videojuegos, medios digitales, revistas y ordenadores muestran, tanto a niños como a adultos, más detalles en los que fijarse, más noticias a digerir, más posibilidades a considerar, por toda esta sobresaturación de estímulos los niños tienen que pagar a veces un precio que se traduce en estrés.
